Si no tienes conocimientos web, puede ser muy mala idea
Hoy día, existen variedad de programas que se presentan como la panacea, para crear tú mismo tu página web.
Si esto mismo, nos lo dirían de un coche, de una puerta o incluso de un anuncio o de un cartel publicitario, pensaríamos que no sabríamos ni por dónde empezar. Normal, cada uno sabe de lo que sabe.
Y por supuesto, el diseño web requiere de estudios, conocimientos y de cuanta más experiencia mejor. Si miramos una página web como un todo, es decir, no solo colocar imágenes y contenidos dentro de páginas, si no, teniendo en cuenta otros factores como por ejemplo:
- La orientación de la página web buscadores (que técnicas aplicamos para cumplir con los requisitos y algoritmos de Google, cómo estructuramos los factores on page o seguimos una buena planificación para ejecutar los factores off page…)
- La difusión de la web (en qué redes, en qué foros, en qué directorios… Cómo lo hacemos, con qué frecuencia…)
- Su alcance (cómo llegar a la audiencia que realmente está interesada en lo que ofrecemos, cómo segmentamos nuestro público, cómo indicamos a Google para qué búsquedas tiene que mostrar nuestra página web….)
- El ROI (qué hacemos para conseguir la inversión que hemos hecho en nuestro proyecto web, cómo la rentabilizamos…)
- Y un largo etc.
Si no tenemos en cuenta estos factores y otros muchos más, y lo único que hacemos es rellenar hueco para poner fotografías y textos, lo único que haremos es dar mala imagen de empresa y por supuesto, la web no servirá de nada.
Para generar tráfico y obtener visitas de calidad, la estrategia con la que se debe de realizar una página de debe estar orientada totalmente, primero a tu público objetivo y en segundo lugar, a Google.
HUYE DE LOS PROGRAMAS WEB QUE TRABAJAN POR TÍ
Por supuesto, la mayoría de los programas que se ofrecen como un recurso muy útil para que no inviertas en desarrollar una web en manos profesionales, no sirven de nada sino tienes conocimientos.
Muchos de ellos, en cuanto publiques la web, empezarán a cobrarte una cuota mensual o anual y al final, acabarás pagando más que por una web profesional.
¡Ten cuidado, nadie da duros a cuatro pesetas!